Uno de los males que aqueja a las generaciones de hoy, para las que las redes sociales representan lo que, para nuestros abuelos, los teléfonos de vasos, son las Fake News; noticias de dudosa procedencia, casi siempre sensacionalistas y poco o nada coherentes con la realidad o el sentido común, pero que, a pesar de ser tan inverosímiles, suelen engañar a un montón de jóvenes y adultos, y difundirse como lo hacen las canciones malas entre los más jóvenes de Latinoamérica.

La apertura global que nos proporcionó el internet trajo consigo una nueva forma de publicar, compartir y consumir información y noticias, con un nivel muy bajo de regulación o estándares editoriales. Y eso, junto con la nula comprensión de mucha gente sobre cómo funciona la red, la displicencia a la hora de corroborar o analizar lo que leen, el desconocimiento de las fuentes confiables, y su imperecedera tendencia a las controversias y a los radicalismos sentimentales, permitió que la creación y distribución de noticias e información falsa para hacerse publicidad fuera una gran idea.

Las Fake News, o información falsa, como muchos prefieren llamarles, para no limitar el espectro de asuntos que pueden abarcar, apelan a las emociones y creencias de las personas para generar visitas a un determinado sitio web y aumentar los ingresos publicitarios; para promover cierto punto de vista a favor de una causa o agenda política; para generarle publicidad a algún producto comercial o a una persona; y bueno, hay algunas que no tengo idea de para qué son.

Puede tratarse de una propaganda; una sátira; de un simple encabezado sensacionalista; de notas de prensa escritas por malos o descuidados reporteros; o de todo un estudio que intenta avalar cierta postura a partir de conocimientos sesgados. La información falsa está en todos lados de la red, tanto que hoy en día es más fácil encontrarla a ella que a la información veraz y responsable. Las redes sociales, por su parte, propician más todavía la difusión de las Fake News, por la enorme cantidad de tráfico web que albergan y por la sencillez que otorgan a cualquiera para compartir contenido. Hasta los más ignorantes de la tecnología pueden hacer publicaciones de lo que quieran.

Fake News.[1]

Y si aún no son capaces de comprender lo serio de este problema, deben saber que, de acuerdo con un estudio realizado por el MIT y publicado en el magazine web de la revista científica Science, sobre la difusión de 126 000 noticias verdaderas y falsas en Twitter desde el 2006 al 2017, las Fake News, en todas las categorías de información, tienen un 70% más de probabilidad de ser retuiteadas que las noticias veraces; que las Fake News se difunden habitualmente entre 1000 y 100 000 personas, a diferencia de las verdaderas que rara vez superan los 1000; y que estas últimas tardan 6 veces más para llegar a 1500 personas, y 20 veces más en llegar a 10 000. Pero lo más lamentable del estudio es que expuso que la acelerada difusión de información falsa no se debe tanto a la estructura de la red social, en términos del número de seguidores que cada individuo tenga, ni a los bots que se pueden hallar en ella, como algunos políticos han llegado a afirmar, sino a características propias del comportamiento humano.

Y siendo éste el panorama en Twitter, con su limitación de caracteres, ¿cómo creen que deben ser las cosas en Facebook, Instagram, o Whatsapp?, el destino de las cadenas religiosas de nuestras tías cristianas, considerando que todas estas redes tienen muchos más usuarios que la del pajarito. Lógico que haya organizaciones que se dedican a esto en países como Kosovo, o Macedonia, donde, por haber economías pobres que reducen la rentabilidad de los trabajos típicos, miles de jóvenes están dispuestos a crear contenido falso para acceder a sumas de dinero que van desde 100 hasta 600 dólares diarios. Apuesto a que con estos datos no pocos verán las Fake News como una buena oportunidad de hacer dinero. En este punto echémosle un vistazo a los eventos que pueden desencadenar.

Países de los Balcanes, vulnerables a las Fake News.[2]

En el 2018, en una pequeña localidad del estado de Puebla, en México, Ricardo Flores, de 21 años, y su tío Alberto Flores, de 43, fueron linchados y quemados vivos gracias a que una multitud de personas pensó que eran dos de los secuestradores de niños y traficantes de órganos que, según una cadena falsa de Whatsapp difundida días antes, habían llegado recientemente al país. Ese mismo año, en Colombia, en la comuna de Ciudad Bolívar, de Bogotá, otro hombre de 23 falleció debido al linchamiento de una turba que también se comió el cuento de los secuestros de menores, difundido vía Whatsapp.

El año pasado, en Argentina, en la ciudad de Comodoro Rivadavia, el padre de un muchacho de 21 años que había sido acusado falsamente en una cadena de Whatsapp de violar a un menor de 12, fue apaleado hasta la muerte y su casa quemada. En Bangladesh, también en el 2019, una ola de linchamientos dejó 8 fallecidos y decenas heridos nuevamente gracias al rumor de los secuestros. En la India, volviendo al 2018, hubo decenas de asesinatos a golpes debido a acusaciones equivocadas mediante, otra vez, Whatsapp.

Y si quieren algo más acorde con la actualidad, pues les cuento que este año, más de 100 personas han muerto en república dominicana tras ingerir alcohol artesanal, pensando que eso los ayudaba a prevenir el coronavirus; más de 300 iranís por hacer lo propio con alcohol industrial, después de leerlo en las redes sociales; y centenares se han intoxicado en Estados Unidos, luego de seguir la recomendación del siempre racional Donal Trump, de inyectarse o ingerir cloro o gel antibacterial.

En cuanto a Trump, por cierto, hay quienes lo acusan de haber diseminado noticias falsas para influir en el voto estadounidense que lo convirtió en presidente en el 2016. No sé si hay un mejor ejemplo de lo peligroso que pueden llegar a ser las Fake News. Por eso es que grandes compañías tecnológicas como Facebook y Google han declarado que van a luchar contra la difusión de éstas; por eso es que Mark Zuckerberg defendió que Facebook haya retirado hace poco un video del siempre carismático y amigable presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en donde decía que los científicos habían encontrado una cura para el coronavirus.

Donald Trump.[3]

Ahora, ¿Cómo podemos reconocer y evitar noticias falsas? Pues, para empezar, dudando de nuestras propias ideas y cuestionando las emociones que en ellas tenemos implicadas. No porque una noticia apoye nuestros pensamientos sobre el aborto, por poner un ejemplo, quiere decir que ésta sea verdadera. Y es que, aquí se halla una de las grandes razones de por qué tanta gente cree y difunde las Fake News, porque encuentra en ellas una corroboración de sus convicciones, comúnmente sentimentales y extremas. La realidad, por lo general, no suele ser ni blanca ni negra, sino más bien una escala de grises, de modo que una noticia con un encabezado que exponga un alto nivel de radicalismo ya debería mirarse con suspicacia.

Usted, hombre o mujer desinformado y retrógrada, que piensa que los homosexuales son criaturas anormales y peligrosas para los niños, cuando vea noticias que aparentemente comprueben esto, antes de difundirlas con desenfreno, intente ser menos soberbio y cuestiónese si acaso no estará equivocado, por qué tendría usted la razón y no aquellos que opinan lo contrario. Esta apertura a la información es sumamente importante porque los algoritmos de Facebook y Google están diseñados para presentarles a los usuarios contenidos que reflejen sus gustos, puntos de vistas y creencias, a partir de las búsquedas e interacciones que hayan hecho. Lo que se conoce como una burbuja de filtro. 

En este sentido, si su afición en internet es ver videos de cómo ciertos grupos feministas son criticados y humillados a nivel mundial; pues lógico que terminen apareciéndole noticias que aparentemente corroboran este hecho, y que usted se vuelva una presa fácil de las granjas de trolls de los Balcanes que se dedican a fabricar noticias falsas. Un segundo filtro es buscar más información, tratar de hallar antecedentes sobre lo que se lee para tener una perspectiva más amplia de ello, consultar lo que exponen otras fuentes a favor y en contra, y contrastar la noticia con las opiniones de verdaderos expertos en el área.

Noticia falsa sobre vacunas.[4]

Si Pedrito de los Palotes te dice que las vacunas no son más que métodos de control de masa, y Jules Hoffmann, biólogo y premio nobel de fisiología que tiene años trabajando en el asunto, te dice que esto no es así, ¿A quién deberías creerle? ¿Pedrito de los Palotes tendrá estudios e investigaciones como Hoffmann, para demostrar lo que sostiene?

Esto nos lleva a un tercer filtro para no caer en las noticias falsas, la verificación de fuentes. Si usted ve que una página web con un nombre como «codigooculto.com» hace una afirmación del tipo: «El retorno de los Anunnaki, ¿los dioses creadores de la humanidad?», probablemente deba sospechar de parcialidad, Fake News o, cuando menos, sensacionalismo intencionado. Lo mismo para sitios web o programas mal diseñados, con evidentes errores de redacción, poca coherencia entre sus líneas o que estén intentando mediante artículos justificar o negar realidades nocivas que usted ha presenciado de primera mano. Ni hablar si es un sitio cuyas publicaciones siempre avalan una idea determinada, en detrimento de cualquiera que parezca oponérsele, o con redactores que analizan asuntos respecto a los cuales no son expertos, pero que no exponen las fuentes en que se basan para hacer sus planteamientos e hipótesis.

La mayoría de las veces, aunque no siempre, quienes suelen decir la verdad son las agencias de noticias y revistas de mayor renombre y trayectoria. De manera que otra forma de saber qué tan veraz será la información difundida por una página determinada, es investigando los antecedentes de la misma y de los autores de los artículos que en ella aparecen. Finalmente, deje de creer que algo es verdad sólo porque mucha gente piensa que es así. En la actualidad todavía se sigue creyendo que el resfriado común es causado por el frío y la lluvia, a pesar de que está demostrado que esto no es cierto.

En los últimos días se ha difundido bastante a través de redes sociales una noticia que, entre otras cosas, afirma que Italia ha conseguido la cura del Covid-19, desmontando la farsa la Organización Mundial de la Salud ha construido alrededor del virus, en la que supuestamente habían prohibido las autopsias, para que no se descubriera lo que los italianos, desobedeciendo la supuesta orden del ente, encontraron.

La publicación dice que no es el virus lo que produce la muerte, sino una bacteria que de alguna forma no explicada hace que se formen coágulos en la sangre, por lo que la solución de todo se halla en tomar antibióticos, antiinflamatorios, anticoagulantes y aspirinas. En este sentido, ni los ventiladores ni la unidad de cuidados intensivos han sido necesarios jamás.

Esta noticia, aunque tiene ciertas pinceladas de verdades a medias, es, en general, falsa. Y la gente debería dudar de ella tan sólo con ver que no tiene fuentes, que manifiesta varias contradicciones, y que nada de lo que afirma se puede corroborar por fuentes expertas. No voy a intentar demostrar por qué la cadena de Whatsapp no tiene sentido, más bien les voy a recomendar que ustedes mismos lo hagan a través de la página web de fact checking: «Maldita.es», y sus bien detallados artículos sobre el tema.

Bibliografía

Alberto Barbieri; La Vanguardia. ¿Hasta qué punto influyen las redes sociales en las elecciones? https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20190408/461469794060/fake-news-propaganda-desinformacion-trump.html

British Council. Future Skills: understanding fake news. https://www.britishcouncil.org/anyone-anywhere/explore/dark-side-web/fake-news

Carl Miller; BBC. ‘Fake news’: así funciona la industria de las noticias falsas con la que algunos jóvenes se ganan la vida en Europa del Este. https://www.bbc.com/mundo/noticias-46163407

Charles Riley; CNN. Lo que necesitas saber sobre el escándalo de Facebook por la filtración de información. https://cnnespanol.cnn.com/2018/03/19/facebook-trump-filtracion-datos-cambridge-analytica-usuarios/

Clarín. Un hombre murió tras ser linchado en Colombia por una cadena falsa de Whatsapp. https://www.clarin.com/mundo/hombre-murio-linchado-colombia-cadena-falsa-whatsapp_0_2NLJiEsZZ.html

Darío Pescador; El Diario. Por qué la gente se cree las ‘fake news’. https://www.eldiario.es/comoyporque/gente-cree-fake-news_1_1243255.html

Deutsche Welle. Linchamientos por noticias falsas en India. https://www.dw.com/es/linchamientos-por-noticias-falsas-en-india/av-45045041

El Confidencial. República Dominicana registra más de 100 muertes por consumo de alcohol artesanal. República Dominicana registra más de 100 muertes por consumo de alcohol artesanal

El Financiero. Al menos 100 intoxicados en EU por ingerir cloro, como lo sugirió Trump. https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/al-menos-100-intoxicados-en-eu-por-ingerir-cloro-como-lo-sugirio-trump

El Periódico. Al menos 300 iranís mueren tras tomar metanol para curar el Covid-19. https://www.elperiodico.com/es/internacional/20200327/decenas-iranis-mueren-tomar-metanol-curar-covid-19-7907563

ITConsultors. ¿Por qué las personas que comparten noticias falsas son tan peligrosas en nuestro tiempo? https://www.itconsultors.com/por-que-las-personas-que-comparten-noticias-falsas-son-tan-peligrosas-en-nuestro-tiempo

Javier Salas; El País. La información falsa llega más lejos, más rápido y a más gente que la verdadera. https://elpais.com/elpais/2018/03/08/ciencia/1520470465_910496.html

José Manuel Rodríguez; Xataka. Dinero real por noticias falsas: así se enriquecen los creadores de las «fake news». https://www.xataka.com/legislacion-y-derechos/dinero-real-por-noticias-falsas-asi-se-enriquecen-los-creadores-de-las-fake-news

Marcos Martínez; BBC. ‘Fake news’ en México: cómo un mensaje de WhatsApp llevó a un pequeño pueblo a quemar vivos a dos hombres inocentes. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46178633

Pulzo. ‘Fake news’ difundidas por Facebook desataron 8 asesinatos por linchamiento, en Bangladés. https://www.pulzo.com/mundo/fake-news-facebook-dejaron-8-muertos-banglades-PP737969

Soroush Vosoughi, Deb Roy y Sinan Aral; Science. The spread of true and false news online. https://science.sciencemag.org/content/359/6380/1146

T13. Zuckerberg defiende que Facebook haya retirado información falsa dada por Bolsonaro. https://www.t13.cl/noticia/mundo/tendencias/zuckerberg-defiende-facebook-haya-retirado-falsedad-bolsonaro

Verónica Smink; BBC. La conmoción en Argentina por el linchamiento del padre de un joven falsamente acusado de violación. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47754925

Webwise. Explained: What is False Information (Fake News)?. https://www.webwise.ie/teachers/what-is-fake-news/


[1] El Confidencial. ¿Qué hace que retuitemos ‘fake news’ o noticias que pueden crear alarma? https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2020-03-13/twitter-retuitear-fake-news-noticias-alarmas_2496056/

[2] Mike Wendling; BBC. The (almost) complete history of ‘fake news’. https://www.bbc.com/news/blogs-trending-42724320

[3] Bruno Salazar; Código Espagueti. Facebook elimina publicación de Donald Trump por compartir fake news sobre el coronavirus. https://codigoespagueti.com/noticias/internet/facebook-elimina-publicacion-de-donald-trump-por-compartir-fake-news-sobre-el-coronavirus/

[4] África Check. False claim resurfaces that flu vaccine is ‘designed to spread cancer. https://africacheck.org/fbcheck/false-claim-resurfaces-that-flu-vaccine-is-designed-to-spread-cancer/