Minos
Siguiendo la versión más «racionalista» de la mitología de Minos, (la adoptada por Diodoro Siculus y Plutarco para explicar cómo este rey gobernó Creta durante tantas generaciones); se dice que hubo dos reyes con el mismo nombre. El primero, «Minos I», hijo de Zeus y la princesa fenicia Europa, y hermano de Radamantis y Sarpedón. Este primer Minos habría tenido una esposa llamada Itone y un hijo llamado Lycastus, quien más tarde se convertiría en el padre de «Minos II», o «el malo» rey Minos; uno de los protagonistas del mito de Teseo y el minotauro. Minos II, con su esposa Pasifae, habría engendrado a Androgeo, Catreo, Ariadna, Glauco, Fedra y Deucalión (que no se debe confundir con el hijo de Prometeo). A través de este último sería el abuelo del rey Idomeneo, quien dirigió a los cretenses a la guerra de Troya.
Ahora, de acuerdo con la versión más extendida, Minos, junto con Sarpedón y Radamantis, fue hijo de Zeus y Europa, ésta a su vez esposa del rey de Creta Asterión, quien se encargaría de criar a los tres hijos del mencionado padre de los dioses. Cuando Asterión murió no estaba claro cuál de los tres hombres debía ascender al trono, y después de una difícil disputa en la que tuvo que desterrar a sus hermanos, fue Minos quien tomó el poder. El futuro rey afirmó que, a diferencia de sus consanguíneos, tenía el apoyo y la autoridad de los dioses para gobernar, que si rezaba pidiéndole a éstos cualquier cosa que quisiera, se la concederían. Un día, mientras sacrificaba para Poseidón, rezó para que apareciera un toro de las profundidades del mar. Minos juró al cielo que sacrificaría a la bestia una vez apareciera. El dios del mar produjo entonces un toro magnífico, y de esta forma el reclamo del trono de Minos quedó validado; puesto que nadie se atrevería a desafiar el favor de los dioses ni mucho menos al poderoso agitador de la tierra Poseidón.

El rey Minos, sin embargo, no cumplió su promesa a Poseidón; se quedó con el majestuoso animal para sí mismo y sacrificó uno diferente en su lugar. Enfurecido por esta falta de respeto, el dios planeó castigarlo por su arrogancia y, según algunas versiones del mito, hizo aparecer una ingente pasión dentro de Pasifae, esposa de Minos, hacia el toro que vino del mar. Otras versiones afirman que quien maldijo a la princesa fue Afrodita, dado que ésta no le había mostrado devoción durante mucho tiempo. Otros dicen que la diosa de la belleza maldijo a Pasifae como un favor a Poseidón.
Movida por sus deseos divinamente infligidos, Pasifae entonces buscó la ayuda del famoso arquitecto Dédalo (que estaba al servicio del rey) y su hijo Ícaro. El primero construiría una vaca de madera cubierta con una piel de vaca real y la colocaría sobre ruedas, para que la reina se introdujera dentro de la estructura y pudiera dirigirse al prado donde pastaba el amado toro. Pensando que la vaca era real, el toro yació con Pasifae, y fue de esta unión que nació el Minotauro, cuyo nombre sería Asterión (en honor al padrastro de Minos).

El Laberinto y el tributo de Atenas
Al conocer al bebé, el rey Minos se enfureció y esclavizó a Dédalo e Ícaro. Pasifae, por su lado, no fue castigada, y pudo cuidar y nutrir a Asterión mientras aún era un becerro. No obstante, a medida que éste crecía se volvía feroz y monstruoso; ya su madre no podría alimentarlo ni cuidarlo, y dada su naturaleza de humano mitad bestia, no encontró una fuente adecuada de alimentos. El Minotauro comenzó entonces a comer personas. Para ocultar la vergonzosa aventura de su esposa y por consejo de un oráculo, el rey Minos ordenó a Dédalo e Ícaro la construcción de un enorme laberinto (un edificio con incontables pasillos y calles sinuosas abriéndose unas a otras, que parecía no tener principio ni final) para encerrar a Asterión. Luego, para que nadie pudiese conocer el secreto de la salida, encerró también a los arquitectos de dicho laberinto en una de sus torres.

En tanto la construcción del laberinto estaba en marcha, el hijo de Minos, Androgeo, fue asesinado. Algunas fuentes dicen que los autores del crimen fueron los hombres que competían con Androgeo en los juegos Panatenaicos organizados por el rey ateniense Egeo, quienes estaban celosos con el hijo del rey cretense debido a que éste había ganado todo. Otras versiones indican que fue Egeo, enfurecido con las victorias de Androgeo, quien planeó su muerte enviándolo a luchar contra el inconquistable toro de Maratón. Indignado, Minos culpó a los atenienses por la muerte de su hijo y la destrucción de su línea sucesoria, navegó en contra de éstos para tomar venganza.
En su viaje a Atenas, el rey acampó en Megara, donde vivía el rey Niso, a quien decidió atacar. Sin embargo, este gobernante era invencible mientras tuviera consigo, escondido en su cabello blanco, un mechón de cabello carmesí. Un día, Scylla, hija de Niso, vio a Minos desde las murallas de la ciudad y se enamoró desesperadamente de él. El rey de Creta se enteró del poder del mechón de cabello y, ganándose el amor de Scylla, obtuvo la ayuda de ésta para cortar el cabello de su padre y así poder conquistar la ciudad. Después de su conquista, castigó a la princesa por la traición a su padre atándola a un bote y arrastrándola hasta que se ahogó. Otras fuentes afirman que Minos, asqueado con Scylla, la dejó en Megara y ésta intentó ir tras de él nadando, hasta que el fantasma de su progenitor cayó como un águila sobre ella y la ahogó. Una tercera versión indica que la princesa fue convertida en un pájaro esquilador, y perseguida sin descanso por su padre, que se había transformado en un halcón.
El rey Minos continuó su viaje a Atenas. Aquí exigió que la ciudad rindiera un tributo a Creta de siete doncellas y siete jóvenes cada nueve años (o una vez al año, según otras fuentes). Estos tributos serían colocados en el laberinto construido por Dédalo para que el Minotauro los devorara, y serían elegidos por sorteo entre los hombres y las niñas más bellas y virginales. Los atenienses consultaron al oráculo de Delfos, que les ordenó cumplir con las exigencias de Minos. Por su parte, el poeta latino Catulo afirma que el asesinato de Androgeo generó una cruel plaga en Atenas, y que sólo cuando el rey Egeo se enteró de que obedecer las demandas de Minos podría librarlos de tal castigo divino, aceptó, de mala gana, enviar los tributos solicitados a Creta.
El príncipe Teseo
Teseo, hijo del rey Egeo, se ofrecería como voluntario para el tercer tributo de jóvenes y doncellas, jactándose antes frente a toda Atenas y a su padre, de que mataría al Minotauro. Prometió que en el viaje de regreso a casa levantaría sus velas blancas si salía victorioso, o que la tripulación elevaría velas negras si fallaba y era asesinado. Al llegar a la isla, Ariadne y Fedra se enamoraron de él, de modo que la primera acudió a Dédalo en busca de ayuda, rogándole al arquitecto que le dijera cómo se podía escapar de su laberinto. Una vez Dédalo le entregó la información, Ariadne fue corriendo a contársela a Teseo. Le entregó al ateniense un ovillo de cuerda que éste ataría a la puerta del laberinto, apenas entrara.

Al encontrarse con el Minotauro en el rincón más alejado del laberinto, Teseo lo mató a golpes (otras versiones indican que el héroe entró a la construcción con la espada de su padre y que con ésta fue que asesinó a la bestia). Luego pudo encontrar la salida gracias al ovillo que había recibido de Ariadne. En tanto sigue el hilo a través del laberinto hasta llegar a las puertas, encuentra y saca a los demás atenienses. Posterior y rápidamente navega hacia su ciudad con Ariadne y Fedra.
Mientras se dirige a Atenas, Teseo abandona a Ariadne en la isla de Naxos y prosigue navegando con su futura esposa: Fedra. En Naxos Ariadne reflexiona sobre sus acciones y lo ingenua que fue al ayudar al ateniense en el asesinato de su hermano (Minotauro). La princesa es descubierta por Dionisio, dios de la fertilidad, con quien se termina casando. Algunas versiones de este mito dicen que Dionisio se le apareció a Teseo ordenándole dejar a la hija de Minos en Naxos, debido a que quería casarse con ella.
Por otro lado, Teseo distraídamente olvida cambiar el color de sus velas de negro a blanco. Su padre, el rey Egeo, al ver las velas negras desde lejos, se sobrecoge de dolor y se suicida al saltar de un acantilado al mar. Es este acto el que asegura el lugar de Teseo como el nuevo rey de Atenas y explica el origen del nombre del mar Egeo.
La persecución de Dédalo e Ícaro
En Creta, Dédalo quería escapar de la cárcel donde estaba encerrado, pero no podía hacerlo por mar dado que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los navíos del mar Egeo y no permitía que nadie navegase sin ser bien registrado. Ante la imposibilidad de salir por mar y por tierra, el genio decidió hacerlo por el aire. Usando cera, madera y plumas creó dos pares de alas para él y su hijo Ícaro. Antes de partir, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto para que el calor del sol no derritiese la cera, ni demasiado bajo para evitar que la espuma del mar mojara las alas impidiéndole volar.
En su vuelo de huida pasaron sobre Delos, Samos y Lebintos. En ese momento, Ícaro comenzó a ascender cada vez más hasta que el ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y, lamentando amargamente sus artes, llamó Icaria a la isla cercana en memoria de su hijo. Se cuenta que, mientras Dédalo enterraba a su hijo, escuchó el canto alegre de la perdiz en la que Atenea había transformado a su sobrino. Más tarde el arquitecto llegó sano y salvo a Sicilia y se puso bajo la protección del rey Cócalo de Cámicos, donde construyó un templo dedicado a Apolo en el cual colgó sus alas como ofrenda.

Mientras tanto, Minos buscaba a Dédalo de isla en isla. Para dar con el hábil artífice, proponía a sus anfitriones el siguiente desafío: enhebrar un hilo a través de las circunvoluciones de una caracola espiral. Al arribar a Cámicos, Minos invitó a Cócalo a resolver el acertijo. Éste, como el rey de Creta esperaba, solicitó la ayuda de Dédalo, quien ató el hilo a una hormiga la cual recorrió todo el interior de la concha, previamente untada con miel, enhebrándola por completo. Minos supo entonces que sólo Dédalo era capaz de idear esa solución y exigió que le fuese entregado. Cócalo prometió hacerlo, pero antes convenció a su huésped de que tomara un baño caliente. Por consejo del rey, o del propio Dédalo, las hijas del soberano siciliano quemaron a Minos con agua hirviendo. Los cretenses de la flota, sin su rey, decidieron no retornar a Creta y se establecieron en Yapigia.
La muerte de Fedra y el descenso de Minos al Hades
En Atenas, Fedra estaba muy celosa del amor que Teseo le daba a Hipólito, el hijo que tuvo con su primera esposa, la amazona Hipólita, que se dice que murió en la batalla que las amazonas libraron contra Atenas para liberarla, pues ésta había sido raptada por Teseo. Fedra acusó a Hipólito de atacarla, y Teseo se enojó tanto que le pidió a Poseidón un castigo para el joven. Cierto día, cuando Hipólito conducía su carro por la playa, Poseidón lanzó una gran ola que aterrorizó a los caballos, lo que provocó que el carro se estrellara e Hipólito muriera. Cuando Teseo descubrió la mentira de Fedra se enfureció. La mujer aterrorizada se ahorcó para escapar de la ira de su esposo.
En cuanto a Minos, después de su muerte se convirtió en juez de los muertos en Hades junto con Radamantis y su medio hermano Éaco. Radamantis juzgó las almas de los asiáticos, Éaco juzgó a los europeos y Minos tuvo el voto decisivo.
En el famoso fresco de Miguel Ángel, «el último juicio», ubicado en la Capilla Sixtina, Minos aparece como juez del inframundo, rodeado de una multitud de demonios. Con su cola enrollada alrededor de él y dos orejas de burro (símbolo de estupidez), Minos juzga a los condenados mientras son llevados al infierno. En la Eneida de Virgilio, Minos fue el juez de los que habían recibido la pena de muerte por un cargo falso: Minos se sienta con una urna gigantesca y decide si un alma debe ir al Elíseo o al Tártaro con la ayuda de un jurado silencioso.

En la Divina Comedia de Dante Alighieri, Inferno, se representa a Minos con una cola de serpiente. Se sienta a la entrada del segundo círculo en el Infierno, que es el comienzo del infierno propiamente dicho. Allí juzga los pecados de cada alma y las asigna a su castigo legítimo al indicar el círculo al que deben descender. Lo hace dando vueltas alrededor de su propio cuerpo la cantidad adecuada de veces.
Minos aparece en la literatura griega como el rey de Knossos ya en la Ilíada y Odisea de Homero. Tucídides nos dice que fue el hombre más antiguo conocido en construir una armada, habría reinado sobre Creta y las islas del mar Egeo tres generaciones antes de la guerra de Troya. Vivió en Knossos durante períodos de nueve años, donde recibió instrucciones de Zeus sobre la legislación que le dio a la isla. Fue el autor de la constitución cretense y el fundador de su supremacía naval. Gobernante, legislador y supresor benéfico de la piratería. Se dice que su constitución formó la base del legislador Licurgo de Esparta.
Bibliografía
Ancient Origins. The Myth of the Minotaur. https://www.ancient-origins.net/myths-legends-europe/myth-minotaur-00205
Graeme Davis. Myths and Legends; Theseus and the Minotaur.
Joshua J. Mark; Ancient History Encyclopedia. Theseus & the Minotaur: More than a Myth? https://www.ancient.eu/article/209/theseus–the-minotaur-more-than-a-myth/
[1] Greek Myth Wikia. Minos. https://greek-myth.fandom.com/wiki/Minos
[2] Ancient Origins. Pasiphae: Daughter of the Sun, Wife of a King, and Mother of the Minotaur. https://www.ancient-origins.net/myths-legends-europe/pasiphae-daughter-sun-wife-king-and-mother-minotaur-0010005
[3] THEOI GREEK MYTHOLOGY. PASIPHAE. https://www.theoi.com/Titan/Pasiphae.html
[4] Súper Curioso. Teseo y Ariadna | Más allá de la Leyenda del Minotauro. https://supercurioso.com/teseo-y-ariadna/
[5] Museo del Prado. La caída de Ícaro. https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-caida-de-icaro/2823dc25-398a-4d88-a4b2-be314065a62d
[6] Wikipedia. Michelangelo-minos2. https://ast.wikipedia.org/wiki/Ficheru:Michelangelo-minos2.jpg