Muy a pesar de las ruidosas afirmaciones de negacionistas como Leuchter y Faurisson, antes de los «estudios forenses» del primero y de Germar Rudolf, ya se habían llevado a cabo en Auschwitz-Birkenau otros que, por supuesto, concordaban con toda la evidencia sobre las cámaras de gas homicidas. Uno de éstos fue el del instituto forense de Cracovia para aquél entonces, respecto al que Jean Claude Pressac se refiere de la siguiente manera:
Los análisis toxicológicos se llevaron a cabo en 1945 por el Instituto Forense de Cracovia (calle Copernicus 7) en 4 placas completas y 2 orificios de ventilación dañados encontrados en las ruinas del crematorio II. Después de raspar la sustancia blanca que cubría estos objetos al metal, se recolectaron 7.2 gramos de raspados y se sometieron a dos análisis cualitativos, que establecieron la presencia de compuestos de cianuro. El informe, firmado por el Dr. Jan Z. Robel, se escribió el 15 de diciembre de 1945 y se transmitió al Juez de instrucción, Jan Sehn.
Cita Original:
Toxicological analysis were carried out in 1945 by the Cracow Forensic Institute (7 Copernicus street) on 4 complete plates and 2 damaged ventilation orifices found in the ruins of Krematorium II. After scraping the white substance that covered these objects back to the metal, 7.2 grammes of scrapings were collected and subjected to two qualitative analysis, which established the presence of cyanide compounds. The report, signed by Dr. Jan Z. Robel, was written on 15th December, 1945 and transmitted to the Examining Judge, Jan Sehn.[1]
Andrzej Strzelecki, por su parte, nos dice en Anatomy of the Auschwitz Death Camp, que:
En 1945, un examen realizado por el Instituto de Pericia Judicial en Cracovia de una muestra de cabello encontrada en Auschwitz reveló la presencia de compuestos de ácido prúsico, el componente básico del gas Zyklon B utilizado en las cámaras de gas de Auschwitz. También se encontraron rastros del ácido en objetos metálicos que se encuentran en el cabello, como alfileres, broches y soportes para espectáculos chapados en oro.
Cita Original:
In 1945, an examination by the Institute of Judicial Expertise in Krakow of a sample of hair found in Auschwitz revealed the presence of compounds of prussic acid, the basic component of Zyklon B gas used in the gas chambers of Auschwitz. Traces of the acid were also found in metal objects found in the hair, such as pins, clasps, and gold-plated spectacle holders.[2]
En 1989, Jan Markiewicz, Wojciech Gubala y Jerzy Labadz, del instituto forense de Cracovia (IFC), llevaron a cabo un pequeño estudio sobre las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau, en el que, a partir de 22 muestras, confirmaron la presencia de cianuro en el crematorio II, pero no pudieron hacer lo propio con el resto de las cámaras homicidas que investigaron. Un poco más tarde –luego de haber conocido el informe Leuchter–, estos autores decidieron profundizar mucho más en su investigación, y a través de un apropiado experimento que Green y van Pelt describen bastante bien en The Chemistry of Auschwitz y The van Pelt Report, respectivamente, encontraron rastros de HCN en todas las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau:
Los investigadores de la IFRC encontraron niveles significativos de cianuro en el búnker 11, los cinco crematorios, así como una instalación utilizada para fumigar la ropa de los presos. En contraste, no se encontraron cianuros en las instalaciones de viviendas que «probablemente fueron fumigadas con Zyklon B una vez (en relación con la epidemia de tifoidea en 1942)». Ellos resumen sus hallazgos de la siguiente manera:
«Los resultados de los análisis se presentan en las Tablas I-IV. Muestran inequívocamente que los compuestos de cianuro se producen en todas las instalaciones que, según los datos de la fuente, estaban en contacto con ellos. Por otro lado, no se producen en las viviendas, lo que se demostró mediante muestras de control».
Cita Original:
The IFRC researchers found significant levels of cyanide in bunker 11, all five Kremas, as well as a facility used to fumigate prisoners’ clothing. In contrast, no cyanides were found in dwelling facilities that were «probably fumigated with Zyklon B only once (in connection with typhoid epidemic in 1942)». They summarize their findings as follows:
«The results of analyses are presented in Tables I-IV[3]. They unequivocally show that the cyanide compounds occur in all the facilities that, according to the source data, were in contact with them. On the other hand, they do not occur in dwelling accommodations, which was shown by means of control samples.»[4]
Este estudio, aunque no demuestre de forma concluyente que en las cámaras homicidas de Auschwitz se gaseaban personas, es significativo porque concuerda con la versión oficial de los hechos y las pruebas detrás de ella; asimismo, la precisión con que se llevó a cabo rebate los «hallazgos» de los informes de Leuchter y Rudolf, elaborados, en especial el primero, a partir de investigaciones mucho menos rigurosas.
Rudolf critica este estudio del IFC argumentando que su análisis fue incorrecto debido a la exclusión que hicieron del azul de Prusia, y por los bajos rastros de HCN que encontraron. Para empezar, estos rastros de HCN en realidad fueron significativos, dada la sensibilidad de su estudio y las muestras de control que se utilizaron; en todo caso ello se puede corroborar echándole un vistazo a sus resultados en el website de The Nizkor Project ya citado antes. En cuanto a la discriminación del azul de Prusia, no es necesario ser demasiado experto en el asunto para observar que ésta fue, de hecho, la decisión correcta, porque como Green incansablemente expone en sus artículos, el origen de la formación de azul de Prusia no está para nada determinado:
El origen de la tinción no es para nada obvio. La tinción está lejos de ser homogénea. Es manchada, concentrada en algunas áreas y no en otras, y de hecho hay casos de manchas en el exterior de los edificios y en lugares que no se utilizaron para despiojar. No se han agotado todas las posibilidades para el origen de la tinción. Por ejemplo, puede ser que los materiales del campamento se empaparan con soluciones acuosas de HCN y esos materiales se apoyaron posteriormente contra las paredes. Puede ser que algún otro proceso sea el único responsable de la tinción azul.
Cita Original:
The origin of the staining is not at all obvious. The staining is far from homogeneous. It is splotchy, concentrated in some areas and not others, and in fact there are instances of staining on the outside of buildings and in places that were not used for delousing. Not all possibilities for the origin of the staining have been exhausted. For example, it may be that camp materials were soaked with aqueous solutions of HCN and those materials were subsequently leaned up against the walls. It may be that some other process entirely is responsible for the blue staining.[5]
Como ya vimos en el apartado anterior, Rudolf, en su informe, propone un mecanismo para la formación de azules de hierro como resultado del uso del Zyklon B en las cámaras de despiojamiento –la del HCN como agente reductor–; una explicación que Green define como plausible, pero que al mismo tiempo da cuenta de que es improbable que ocurriera en las cámaras de gas, lo que, a decir verdad, daría una idea de por qué en éstas los negacionistas no encontraron azul de Prusia. Y es que éste fue el error más garrafal de las investigaciones del alemán: centrar su atención casi de forma exclusiva en el azul de Prusia, sin preguntarse si las condiciones en todas las cámaras eran las necesarias para la formación de esta sustancia:
Este tinte se produce, especialmente en forma de manchas, en los ladrillos exteriores de las paredes de la antigua casa de baño/despiojamiento en el área del campamento de Birkenau. Es difícil imaginar las reacciones químicas y los procesos fisicoquímicos que podrían haber llevado a la formación del azul de Prusia en ese lugar. El ladrillo, a diferencia de otros materiales de construcción, absorbe muy débilmente el cianuro de hidrógeno, a veces ni siquiera lo absorbe en absoluto. Además, el hierro que se encuentra en él se halla en el tercer estado de oxidación, mientras que los iones de hierro bivalentes son indispensables para la formación del ion [Fe(CN)6]-4, que es el precursor del azul de Prusia. Este ion es, además, sensible a la luz solar.
Cita Original:
This dye occurs, especially in the form of stains, on the outer bricks of the walls of the former bath/delousing house in the area of the Birkenau camp. It is hard to imagine the chemical reactions and physicochemical processes that could have led to the formation of Prussian blue in that place. Brick, unlike other building materials, very feebly absorbs hydrogen cyanide, it sometimes does not even absorb it at all. Besides, iron occurring in it is at the third oxidation state, whereas bivalent iron ions are indispensable for the formation of the [Fe(CN)6]-4 ion, which is the precursor of Prussian blue. This ion is, besides, sensitive to the sunlight.[6]
Para variar, y muy contrario a su crítica al IFC, Rudolf incluso llega a admitir que las condiciones en las que el azul de Prusia se formó no estaban presentes universalmente en todas las cámaras donde se usó Zyklon B:
«La tinción con azul de Prusia en verdad debe su presencia a la exposición a HCN, pero las condiciones bajo las cuales se formó no estaban universalmente presentes en todas las instalaciones expuestas a HCN. La tasa de formación de azul de Prusia puede ser muy diferente en las condiciones utilizadas en las cámaras homicidas frente a las condiciones en las cámaras de despiojo». Y nuevamente, estoy de acuerdo con Green en que este es el enfoque correcto para este problema.
Cita Original:
«The Prussian-Blue staining indeed owes its presence to exposure to HCN, but the conditions under which it formed were not universally present in all facilities exposed to HCN. The rate of Prussian-Blue formation may be very different under the conditions used in homicidal chamber versus the conditions in delousing chambers». And again, I agree with Green that this is the correct approach to this problem.[7]
Rudolf y sus acólitos también intentaron –e intentan– utilizar el primer informe del IFC en contra de los resultados de su segundo informe; y como otra prueba más de sus tesis negacionistas. En este primer informe los empleados del IFC tomaron muestras de diez de las habitaciones del bloque 3 de Auschwitz, donde estaban las salas de despiojamiento; 8 muestras de las cámaras de gas de los crematorios II y III –5 de la primera y 3 de la segunda–; 2 muestras de las de los crematorios V y I –1 de cada una–; y 2 muestras de control de edificios alejados donde la contaminación con HCN no sería posible; dejando de lado la cámara de gas del crematorio IV por haber sido todos sus muros reconstruidos después de la guerra. El resultado fue que no hallaron compuestos de hidrocianuro sino en 7 de las muestras de las cámaras de despiojamiento, y en una de las muestras del crematorio II.
Esta información se filtró a los negacionistas del IHR, quienes no perdieron tiempo para publicar un artículo titulado: An Official Polish Report on the Auschwitz «Gas Chambers»: Krakow Forensic Institute Bolsters Leuchter’s Findings[8](Un informe oficial de Polonia sobre las «cámaras de gas» de Auschwitz: el Instituto Forense de Cracovia refuerza los hallazgos de Leuchter). Pronto, divulgándolo de forma ilegal, ya que nunca fueron autorizados para ello, varios negacionistas liderados por Faurisson y Leuchter empezaron a referirse al informe del IFC como The Polish Leuchter Report[9](el informe Leuchter polaco).
Vale destacar que el IFC realizó aquél estudio preliminar porque Kazimierz Smolen, director del museo de Auschwitz, al conocer las afirmaciones del informe Leuchter y lo que sucedía en el juicio de Zündel, le escribió a Jan Markiewicz, respetado científico y director del IFC en ese momento, con la solicitud de tomar muestras del yeso de la pared de las cámaras de gas y analizarlas para detectar la presencia de cianuro de hidrógeno. Markiewicz se mostró pesimista ante esta idea, y contestó diciendo que «the chances of detecting hydrogen cyanide in such samples as nearly none»[10] (las posibilidades de detectar cianuro de hidrógeno en muestras de este tipo eran casi nulas), no obstante, de igual forma mandó a dos de sus empleados a ejecutar el trabajo.
Markiewicz no sabía sobre la repercusión que su primer informe iba a tener en los círculos negacionistas, Smolen no le había informado sobre la existencia del Informe Leuchter, y esto se puede corroborar en la respuesta que, mediante una carta fechada el 7 de junio de 1991, le dio a Mark Weber respecto a la petición de éste de que comentara la relevancia de sus hallazgos para el informe de Leuchter:
Ahora, a la luz de las cartas y publicaciones que nos llegan de diferentes países, he llegado a la conclusión de que nuestras investigaciones destinadas a confirmar, si es posible, el uso de preparados ciánicos en las salas que sobrevivieron en su totalidad o sólo en forma de ruinas, fueron de carácter bastante preliminar e incompleto. Estamos empeñados en ampliar y profundizar estas investigaciones y ya nos hemos estado preparando para ellas. Sólo ahora que los materiales adecuados de la literatura se han vuelto accesibles para nosotros, vemos el propósito y el sentido de tales estudios. Naturalmente, publicaremos sus resultados y los haremos accesibles a usted y a su Instituto.
Cita Original:
Now, in the light of letters and publications coming to us from different countries, I have arrived at the conclusion that our investigations aiming at the confirmation, if possible, of the use of cyanic preparations in the rooms that survived whole or only in the form of ruins, were rather preliminary in nature and incomplete. We are bent on widening and deepening these investigations and have already been preparing for them. It is only now when suitable materials from literature have become accessible to us that we see the purpose and sense of such studies. Naturally, we shall publish their results and make them accessible to you and your Institute.[11]
Pese a lo anterior, en el mencionado artículo del IHR donde se utiliza el primer informe del IFC para sostener las tesis negacionistas, se decía lo siguiente:
Los funcionarios del Museo Estatal de Auschwitz iniciaron esta investigación de forma bastante obvia, esperando que el informe del Instituto desacreditara los hallazgos de Leuchter y corroborara la cuenta del exterminio ortodoxo. Y, obviamente, si el informe del Instituto hubiera desacreditado las conclusiones del ingeniero estadounidense, el Museo Estatal de Auschwitz no habría perdido tiempo en darle la máxima publicidad.
Cita Original:
Auschwitz State Museum officials initiated this investigation rather obviously hoping that the Institute’s report would discredit Leuchter’s findings and corroborate the orthodox extermination account. And just as obviously, if the Institute’s report had, in fact, discredited the American engineer’s conclusions, the Auschwitz State Museum would certainly have wasted no time in giving it maximum publicity.[12]
Una vez enterado de la atención que había sobre los estudios forenses de Auschwitz a causa de los escandalosos alegatos negacionistas, fue que Markiewicz determinó llevar a cabo de nuevo su investigación; esta vez con un mayor cuidado. Los resultados de ésta fueron los que ya expusimos antes. En este sentido, y dada la imprecisión admitida por Markiewicz, el primer informe nunca fue publicado, hecho que los negacionistas usan para sugerir la parcialidad del instituto. El mismo Rudolf escribe que «By early autumn of 1990, the Cracow Institute had already prepared a preliminary report which was not intended for publication, but which nonetheless seeped through and was subsequently published by revisionist journals».[13] (A principios de otoño de 1990, el Instituto de Cracovia ya había preparado un informe preliminar que no estaba destinado a la publicación, pero que, sin embargo, se filtró y fue publicado posteriormente por revistas revisionistas).
Rudolf también critica la afirmación que Markiewicz hizo en su primer informe de que el azul de Prusia, a pesar de ser un compuesto más duradero, se disolvería lentamente en un ambiente ácido al pasar de los años; y la de que el ácido carbónico, que se forma como una reacción del dióxido de carbono con el agua, disolvería fácilmente el fierro-cianuro; a partir de las cuales el director del IFC alegó que sería difícil pensar que se podían detectar trazas de compuestos de cianuro en los materiales de construcción luego de 45 años, y después de haber estado éstos sometidos a la intemperie.
Rudolf, además de dedicarse en varias páginas de su informe a demostrar por qué el azul de Prusia es resistente a la intemperie, escribe: «Soluble cyanides are indeed subject to hydrolysis (dissolution) in neutral and acid aqueous solutions. This leads to a slow evaporation of HCN in those cases where cyanide is set free. For this process, no CO2 is required, since water itself is a stronger acid than HCN»[14], (Los cianuros solubles están de hecho sujetos a hidrólisis (disolución) en soluciones acuosas neutras y ácidas. Esto lleva a una lenta evaporación de HCN en aquellos casos en que el cianuro se libera. Para este proceso, no se requiere CO2, ya que el agua en sí misma es un ácido más fuerte que el HCN).
Ante esto, Green opina que: «As for the comments of the IFFR regarding iron blue pigments, again I point out that this study was a preliminary unpublished study. Honest people make mistakes; careful people correct them before publishing as the IFFR researchers did»[15] (En cuanto a los comentarios de la IFC con respecto a los pigmentos de azul de hierro, nuevamente señalo que este estudio fue un estudio preliminar no publicado. Las personas honestas cometen errores; Las personas cuidadosas los corrigen antes de publicar, como hicieron los investigadores de IFC).
[1] Richard J. Green; Pratique de l’Histoire et Dévoiements Négationnistes (PHDN). The Chemistry of Auschwitz. IV. History of Forensic Reports. https://phdn.org/archives/holocaust-history.org/auschwitz/chemistry/.
[2] Ídem.
[3] The Nizkor Project. A Study of the Cyanide Compounds Content in the Walls of the Gas Chambers in the Former Auschwitz & Birkenau Concentration Camps. http://www.nizkor.org/hweb/orgs/polish/institute-for-forensic-research/
[4] Green op. cit. (1); IV. History of Forensic Reports.
[5] Richard J. Green. Report for the court of appeal on appeal from the high court of justice Queen’s bench división Between: David John Cawdell Irving and Penguin Books Limited and Deborah E. Lipstadt (2001), p.36.
[6] Ídem.
[7] Richard J. Green; Pratique de l’Histoire et Dévoiements Négationnistes (PHDN). Chemistry is not the Science. The Institute for Forensic Research, Cracow. https://phdn.org/archives/holocaust-history.org/auschwitz/chemistry/not-the-science/.
[8] Se puede encontrar aquí: https://www.ihr.org/jhr/v11/v11p207_Staff.html.
[9] Robert Jan van Pelt; Holocaust Denial on Trial. Van Pelt: the van Pelt report. IX The Leuchter Report. https://www.hdot.org/vanpelt/.
[10] Ídem.
[11] Ídem.
[12] Ídem.
[13] Green op. cit. (5) p. 38.
[14] Ídem.
[15] Ídem.