Los negacionistas intentan rechazar el holocausto mediante la desacreditación de los procesos de Núremberg de 1945 a 1946, utilizando para ello una serie de supuestas irregularidades que demuestran que estos juicios estuvieron amañados para perjudicar tanto a los demandados como al ejército alemán y a la propia nación alemana. Los alegatos negacionistas son más o menos los siguientes:
- Según el artículo 19 del Estatuto de Londres[1], el tribunal no estaba sujeto a reglas de evidencia: era admitido cualquier medio de prueba si al tribunal le parecía que tuviese mérito probatorio. Asimismo, el tribunal estaba autorizado a aceptar material comprometedor sin verificar previamente su fiabilidad y, a su vez, rechazar material exculpatorio sin necesidad de fundamentarlo. En otras palabras, se podían falsificar piezas de acusación a discreción y de la misma manera suprimir hechos justificatorios.
- El artículo 21 del Estatuto de Londres decía que el tribunal no debía solicitar ninguna prueba para «hechos reconocidos universalmente», sino sólo tomar conocimiento de éstos de oficio. Asimismo, el tribunal decidía lo que constituía un «hecho reconocido universalmente». A raíz de ello, la culpabilidad de los acusados estaba predeterminada, puesto que tanto el Holocausto, como los demás delitos que les eran imputados a los alemanes, eran «hechos reconocidos universalmente». En estas condiciones pudo obviarse la fatigosa tarea de probanza.
- Se obstaculizó por todos los medios a los abogados la preparación de una concienzuda y responsable defensa, varias pruebas se perdieron «misteriosamente», asimismo, mientras las toneladas de legajos acusadores eran despachadas con toda celeridad, las alegaciones defensoras sufrían lamentables retrasos.
- Cerca del 90% de las personas que componían los tribunales, estaban predispuestas contra los acusados por razones políticas o raciales. Según el jurista americano Earl Carroll, el 60% del personal del Ministerio Público se componía de judíos emigrados de Alemania, entre los americanos empleados por el Tribunal de Núremberg, apenas el 10% eran auténticos nativos americanos. Según Mark Lautern, que siguió los procesos: «Vinieron todos los Salomón, Schönberg y Rabinovitch que forman parte del Ministerio Público». Por supuesto lo mismo ocurría con los testigos, cuya preocupación principal era disimular de alguna forma su radical odio, para dar cierta impresión de objetividad.
- Algunas de las citaciones de testigos hechas por los acusados y defensores, no se llevaron a cabo, impidiendo en algunos casos la llegada a Núremberg de algunos de estos testigos que pudieran comprometer a los fiscales. Por ejemplo, los mensajes radiofónicos de Hans Fritzsche[2], que podían ayudarles, se perdieron accidentalmente.
- Como es lógico, gran parte de los documentos escritos que podían demostrar la inocencia de los reos, obraban en poder de los acusadores como botín de guerra, con su consecuente ocultación.
- Si el acusado decidía defenderse a sí mismo, el fiscal podía presentar cargos contra esta declaración, hecho este no reconocido por el derecho europeo. Tampoco podía el reo negarse a contestar, acción válida hasta entonces en todos los países.
- Los abogados no podían examinar las pruebas de los fiscales, pero debían sin embargo entregar las suyas a los acusadores.
- Los abogados defensores estaban sometidos a una implícita y agobiante presión exterior de la opinión pública. Cabe resaltar el gran papel jugado en esta faceta por una prensa sensacionalista y que presentaba a los acusados como «las 21 personas más peligrosas del mundo».
- La vivienda de uno de los abogados más atacados por la prensa, el Dr. Marx, fue asaltada violentamente.
- Todas estas irregularidades y otras muchas que por su abundancia sería imposible enumerar, hicieron exclamar en 1948 a Sir Hartley Shawcross, fiscal principal británico: «El proceso de Núremberg se ha transformado en una farsa, me avergüenzo de haber sido acusador de Núremberg como colega de estos hombres, los rusos».
- El juez Wennerstrum, norteamericano, dimitió de su cargo en Núremberg por considerar que su participación en tal mascarada constituiría una deshonra para él y para la Justicia americana.
- El Tribunal de Núremberg trabajó con testigos sometidos a amenazas y previamente torturados.
Vale precisar que, para la contestación de este pseudoargumento, en el que los negacionistas persisten en querer derrumbar un evento sustentado por un ingente cúmulo de evidencias mediante unas pocas especulaciones o «inconsistencias» en la versión oficial de los hechos, no me voy a dedicar tanto a probar la validez de los procesos de Núremberg como a demostrar por qué lo sucedido en éstos no rebate, en absoluto, la historia de la shoah.
Las irregularidades legales de Núremberg no implican la inocencia de los nazis
No se puede decir que los juicios de Núremberg hayan sido procesos imparciales; que no estaban constituidos de forma tal que los demandados tenían escasa o nulas posibilidades de defenderse; que sus organizadores, las potencias vencedoras del conflicto armado, no pasaron por alto varias leyes y normas jurídicas de la época y de sus propias sociedades; y que no se absolvieron a sí mismos de todos los crímenes de guerra que llevaron a cabo, que, por cierto, no fueron pocos ni de intensidad despreciable. Creo que William O. Douglas fue bastante certero al opinar que la ley que permitió que estos juicios tuvieran lugar fue creada «…ex post facto to suit the passion and clamor of the time»[3] «…ex post facto[4] para adaptarse a la pasión y el clamor de la época». Por otro lado, la opinión de un jurista alemán en aquel entonces:
Que los acusados en Núremberg fueran hechos responsables, condenados y castigados, parecerá a la mayoría de nosotros, en principio, una especie de justicia histórica. Sin embargo, ninguno que se tome la cuestión de la culpabilidad en serio, sobre todo los juristas serios y responsables, estará satisfecho con esta sensibilidad ni debería permitírsele que lo estuviera. La justicia no se sirve cuando las partes culpables son castigadas de cualquier vieja forma, incluso si parece apropiado por su grado de culpabilidad. La justicia sólo se sirve cuando el culpable es castigado de manera cuidadosa y concienzuda considerando los errores penales de acuerdo con lo dispuesto en la legislación vigente bajo la jurisdicción de un juez legalmente designado.
Cita Original:
That the defendants at Nuremberg were held responsible, condemned and punished, will seem to most of us initially as a kind of historical justice. However, no one who takes the question of guilt seriously, above all no responsibly thoughtful jurist, will be content with this sensibility nor should they be allowed to be. Justice is not served when the guilty parties are punished in any old way, even if this seems appropriate with regard to their measure of guilt. Justice is only served when the guilty are punished in a way that carefully and conscientiously considers their criminal errors according to the provisions of valid law under the jurisdiction of a legally appointed judge.[5]
Pero no obstante lo anterior, y pese a las controversiales reglas de evidencia que el tribunal podía aplicar –a partir de las cuales se aprecia que falsificar elementos acusatorios no habría sido una tarea complicada–, hasta este momento no existe demostración alguna de que la mayoría de las evidencias presentadas en contra de los demandados constituya una deliberada farsa. Dicho de otro modo, los negacionistas nunca han demostrado que las principales pruebas que fueron empleadas por los fiscales en contra de los acusados –en especial aquellas que corroboran el holocausto– consistieron en falsificaciones. Quizá porque ello los llevaría a enfrentarse de una vez por todas con los innumerables documentos y declaraciones probatorios que siempre tratan de ignorar.
Personalmente siempre me pregunto, por ejemplo, cómo es que alguien puede creer que Rudolf Höss[6] mentía cuando, el 15 de abril de 1946, declaraba al frente de todos los presentes en Núremberg que:
En el verano de 1941, fui convocado a Berlín para recibir órdenes personales del Reichsführer[7] Himmler. Me dijo (no recuerdo las palabras exactas) algo como esto: el führer ha dado ordenado una solución final de la cuestión judía. Nosotros, las SS, debemos llevar a cabo esa orden. Si no se lleva a cabo ahora, los judíos destruirán más tarde al pueblo alemán. Había elegido a Auschwitz debido a su fácil acceso por ferrocarril y también porque el amplio sitio ofrecía espacio para medidas que aseguraban el aislamiento.
Cita Original:
In the summer of 1941 1 was summoned to Berlin to Reichsführer SS Himmler to receive personal orders. He told me something to the effect–I do not remember the exact words–that the Führer had given the order for a final solution of the Jewish question. We, the SS, must carry out that order. If it is not carried out now then the Jews will later on destroy the German people. He had chosen Auschwitz on account of its easy access by rail and also because the extensive site offered space for measures ensuring isolation.[8]
No llego a imaginar qué alegato podría utilizar un negador de la shoah para probar que estas palabras de Höss no son más que falacias, en especial porque ellas –así como documentos, fotografías, filmaciones y declaraciones de testigos– están en plena coherencia con otras partes de su testimonio como la siguiente, que expuso en respuesta a la pregunta del Dr. Kaufman[9] de si antes de los exterminios planificados no se había llevado a cabo «something of this nature take place to remove people who had died in a normal manner in Auschwitz»[10] (algo de esta naturaleza para eliminar a las personas que habían muerto de manera normal en Auschwitz):
Sí, cuando todavía no se habían construido los crematorios, quemamos en grandes pozos una gran parte de los que habían muerto y no pudieron ser cremados en los crematorios provisionales del campamento; un gran número, ya no recuerdo la cantidad, fueron colocados en fosas comunes y, posteriormente, también fueron cremados en estas fosas. Eso fue antes de que comenzaran las ejecuciones masivas de judíos.
Cita Original:
Yes, when the crematoria had not yet been built we burned in large pits a large part of those who had died and who could not be cremated in the provisional crematoria of the camp; a large number–I do not recall the figure anymore–were placed in mass graves and later also cremated in these graves. That was before the mass executions of Jews began.[11]
Declaraciones suyas en otros contextos también vienen a ratificar la autenticidad de lo que dijo en Núremberg. Lo siguiente son un par de trozos de las entrevistas que tuvo con Leon Goldensohn[12] entre el 8 y el 9 de abril de 1946, mientras se mantenía detenido en una celda en Núremberg durante el juicio contra los principales criminales nazis:
Se desarrollaron fuera de la situación. Las cortes trajeron a muchas personas que tuvieron que ser fusiladas. Siempre me opuse a tener que usar a los mismos hombres para disparar una y otra vez. Durante ese período, un día, el líder de mi campamento, Karl Fritzsch, se acercó a mí y me preguntó si podía intentar ejecutar a personas con gas Zyklon B. Hasta ese momento, Zyklon B se usaba sólo para desinfectar barracas que estaban llenas de insectos, pulgas, etcétera. Lo probé con algunas personas condenadas a muerte en la prisión de la celda y así es como se desarrolló. No quería más tiroteos, así que usamos cámaras de gas.
Creía que los crematorios podían erigirse rápidamente y, por lo tanto, quería quemar los cadáveres en las fosas comunes en el crematorio, pero cuando vi que el crematorio no podía erigirse lo suficientemente rápido para mantenerse al día con los números cada vez más altos de exterminados, comenzamos a quemar los cadáveres en zanjas abiertas como en Treblinka. Una capa de madera, luego una capa de cadáveres, otra capa de cadáveres, etcétera. Para iniciar el fuego, utilizamos un paquete de paja sumergido en gasolina. El fuego se inició generalmente con unas cinco capas de madera y cinco capas de cadáveres. Cuando el fuego se intensificaba, los nuevos cadáveres que provenían de las cámaras de gas podrían simplemente ser lanzados al fuego y arderían solos.
Cita Original:
They developed out of the situation. The courts brought in a lot of people who had to be shot. I always objected to having to use the same men for firing squadrons over and over again. During that period one day my camp leader, Karl Fritzsch, came to me and asked me whether I could try to execute people with Zyklon B gas. Until that time, Zyklon B was used only to disinfect barracks which were full of insects, fleas, et cetera. I tried it out on some people sentenced to death in the cell prison and that is how it developed. I didn’t want any more shootings, so we used gas chambers instead.[13]
I believed that crematoriums could be erected fast and so wanted to burn the corpses in the mass graves in the crematory, but when I saw that the crematory could not be erected fast enough to keep up with the ever-increasing numbers exterminated, we started to burn the corpses in open ditches like in Treblinka. A layer of wood, then a layer of corpses, another layer of corpses, et cetera. To start the fire, we used a bundle of straw dipped in gasoline. The fire was usually started with about five layers of wood and five layers of corpses. When the fire was going strong, the fresh corpses which came from the gas chambers could merely be thrown on the fire and would burn by themselves.[14]

[1] Documento que fijó los principios y procedimientos por los cuales se rigieron los Juicios de Núremberg. Fue publicada el 8 de agosto de 1945, el mismo día de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, como anexo al Acuerdo de Londres.
[2] Militar y periodista alemán que ocupó un puesto destacado en el departamento de prensa del ministerio de propaganda, dirigido por Joseph Goebbels. Fue uno de los acusados en el proceso principal de Núremberg.
[3] Roza Pati. Due Process and International Terrorism: An International Legal Analysis, (Boston, 2009) p. 132.
[4] Ley ex post facto es una expresión utilizada para referirse a una norma o ley que retroactivamente cambia las consecuencias jurídicas de un acto cometido, o el estatus legal de hechos o relaciones existentes con anterioridad a la vigencia de la ley.
[5] Wilhelm Grewe. Nürnberg als Rechtsfrage (Stuttgart, 1947), p. 10.
[6] Militar y oficial nazi miembro de las SS con el rango de teniente coronel. Fue comandante del campo de concentración de Auschwitz.
[7] Reichsführer era el máximo rango militar de las SS. Höss, al hablar del Reichsführer se refería a Himmler.
[8] Douglas O. Linder; Famous Trial. Testimony of Rudolf Hoess, Commandant of Auschwitz. https://www.famous-trials.com/nuremberg/1932-hoesstestimony.
[9] Joseph W. Kaufman fue el fiscal principal en el juicio de Núremberg contra Krupp Group, industria que proveía de armas al tercer Reich.
[10] Linder op. cit. (8).
[11] Ídem.
[12] Psiquiatra estadounidense que estuvo encargado de supervisar la salud mental de los veintiún nazis acusados en espera de juicio en Núremberg en 1946.
[13] Leon Goldensohn. The Nuremberg Interviews, p. 309.
[14] Ibídem, p. 303-304.
[15] Getty Images. Rudolf Hoess. https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/hoess-rudolf-franz-f-ss-f%C3%BChrer-kommandant-deskz-auschwitz-news-photo/541063243?adppopup=true